15 de agosto de 2014

La cruz franquista y el alcalde socialista de Vigo


Un artículo de calidad centrado en la polémica que se vive en la ciudad de Vigo estos días.

Por el colaborador: DANIEL GARCÍA (@Danigual), Vigués. 

Spain is different:  

Spain is different”, decía Fraga cuando era Ministro de Turismo de Franco, el genocida que sumió al país en más de 40 crueles años de represión y muerte. En el siglo XXI España sigue siendo “different”, pues está plagada de monumentos franquistas que ensalzan la memoria de los asesinos pese a la Ley para la Memoria Histórica. Tan “different” es, que hasta el Alcalde “socialista”de Vigo ha anunciado que va a recurrir la sentencia judicial que ordena el derribo de una enorme cruz franquista (inaugurada por el propio dictador) que vigila al Concello.

"El socialista que susurraba a los monumentos franquistas"

El Alcalde Abel Caballero alega que al monumento se le eliminó toda la simbología fascista y se convirtió en un monumento por la reconciliación, lo cual es rotundamente FALSO. Claro que se eliminó los rastros franquistas, pero parcialmente, pero nunca se hizo un acto conmemorativo en instalaciones municipales o a los pies del propio mamotreto, como sí se hacían exaltaciones fascistas. Tampoco se colgó ninguna placa conmemorativa. “Es una cruz, simplemente una cruz cristiana”, defendía en una entrevista de La Sexta Abel Caballero (minuto 6:30), posiblemente contagiado por el fervor religioso de compañeros de partido como José Bono o Paco Vázquez, de misa diaria. Es una burda excusa, ya que la cruz inaugurada por Franco es franquista, y franquista es su significado. “Allí no se fusila a nadie desde 1962”, tuvo la osadía de añadir el Alcalde, una puntualización que seguro ofendió y dolió a los que fueron ejecutados a sus pies por defender la legalidad y sus ideas, hoy pisoteados por la cobardía política de este individuo. Y aunque asegura que no hay polémica en Vigo porque todos los vigueses opinan así, lo cierto es que sí la hay. Quizás sus razones para mantener el monumento franquista se hayan quedado en el año 1981, fecha del pleno municipal que esgrime como excusa, cuando el ruido de sables de sectores del ejército y la Guardia Civil que postulaban un nuevo golpe de estado todavía era constante. Treinta y tres años después las opiniones son diferentes, o débil es la memoria de quien en la oposición firmó un manifiesto para su derrumbe y en el gobierno se niega a ejecutarla, pese a la sangre de los vigueses ejecutados a los pies de “simplemente una cruz”.

La historia de desencuentros entre el PSOE vigués y las asociaciones de memoria histórica de la ciudad es constante. El último homenaje que los socialistas organizaron el agosto pasado para recordar a los alcaldes republicanos fusilados se convirtió en un acto partidista por el desplante del resto de partidos, sindicatos e incluso familiares de los asesinados, hartos ya de que el alcalde pretenda monopolizar la cuestión y sacar rédito político de algo tan doloroso. Si tan a favor está de recuperar la memoria histórica y poner en su lugar a los asesinos fascistas (los culpables de la Guerra Civil y del genocidio posterior) que sea valiente y derribe el gran vestigio del régimen totalitario que sigue en nuestra ciudad. Aunque su cruzada es otra: su carácter egocéntrico y despótico harán que batalle contra la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 por atreverse a ponerle en evidencia. Seguro que si fuera el PP quien se negase a derribar la cruz (algo que no extrañaría por sus orígenes franquistas), seguro organizaba uno de esos saraos a los que tiene acostumbrados a los vigueses para dar la matraca, como buen oportunista.

Triste es que esta falta de coherencia en el PSOE no asuste sino que ya es marca de la casa. “Recortes no”, pero recortan. “La troika es mala, pero obedecemos a Alemania”. “Desahucios no, pero agilizamos su ejecución”. En cuanto a la cuestión republicana, su incoherencia e hipocresía es rotunda. Han renunciado a reivindicar la memoria republicana rindiendo pleitesía a la monarquía heredera del régimen franquista pero sin mojarse, para arañar unos votos aquí y otros allá. Una vez más, el PSOE que se dice de izquierdas pero toma medidas de derechas, actúa hipócritamente: república sí, pero para contentar a los militantes, pero más adelante y reivindicándola en sus sedes y no las instituciones, no vayan a llamarles radicales. Que el PSOE actual se considere sucesor del anterior a la guerra es un insulto a su memoria y a la de todos aquellos que lucharon en la Guerra Civil por la República.


Enlaces del texto:

La sentencia judicial
Entrevista en La Sexta al alcalde Abel Caballero (minuto 6:30)
El homenaje fallido.
 
Enlaces extra para más información: 
Nota: Están en gallego.

La noticia de la sentencia judicial ampliada VER
"A Cruz dos Caídos" artículo publicado en el Faro de Vigo VER

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